CASA EN EL BOSQUE
Vivienda unifamiliar, paisajismo, y proyecto de interior
Localización: León, España
Cliente: Privado
Estado: Finalizado
Año: 2019
Premios: Obra seleccionada en el XIII Premio de Arquitectura de Ladrillo
Publicaciones: XIII Premio de Arquitectura de Ladrillo. Ed Conarquitectura.
El proyecto trata de sacar el máximo partido a la especial localización de esta vivienda, en las proximidades de un zona boscosa protegida. Es por ello que se trata con la misma intensidad los espacios interiores y exteriores del proyecto, que se entienden como continuidad de la naturaleza virgen al otro lado de la parcela. Para ello se proyectan diferentes tipos de espacios: unos están pensados para ser ocupados por el hombre, otros por la naturaleza, y otros por ambos al mismo tiempo, creando un gradiente muy amplio y variado de espacios entre lo puramente exterior, y lo estrictamente interior.
Aprovechando el fuerte desnivel existente, la parcela se talla topográficamente, sin que haya diferencia alguna entre el tratamiento de la edificación y el de la actuación paisajística, generando una nueva condición donde el jardín y la vivienda se estratifican por igual en diferentes niveles. Para acentuar esta condición híbrida el contorno de los diferentes niveles de la vivienda varía, permitiendo que la naturaleza penetre en ella e invada diversos tipos de espacios-patio localizados a distintas cotas.
La fusión de edificación y naturaleza se lleva a todos los niveles, siendo especialmente relevante en este proceso la elección de materiales. La referencia se vuelve a encontrar en la naturaleza. Allí en el cercano bosque se identifican dos materiales que llevan asociadas dos geometrías diferentes, de un lado las líneas verticales marcadas por los pinos centenarios, y de otro el plano horizontal que forma el suelo arcilloso, tan común en esta zona. Así pues arcilla y madera son los único materiales utilizados para construir los volúmenes de la actuación.
De un lado la arcilla aparece en un único formato mediante un sólo tipo de ladrillo de tejar, ligado al suelo, y por lo tanto marcando una fuerte horizontalidad en la vivienda que la liga al lugar y que acentúa el carácter topográfico de la actuación. Este único tipo de ladrillo es utilizado para construir muros de fachada, de contención, pavimentos exteriores e interiores, vierteaguas, etc. Y de otro lado la madera, que aparece en las zonas más protegidas y como enlistonado vertical, utilizándose en carpinterías, pavimentos y revestimientos, todos ellos tanto interiores como exteriores. Todo ello consigue que la vivienda pase a formar parte fundamental y natural del lugar.
Y por último, la vivienda ha sido diseñada también con criterios de máxima eficiencia energética para reducir los costes de calefacción, pero también para permitir una refrigeración natural durante los meses de verano. Con respecto a la primera se ha optado por medidas pasivas como una correcta exposición solar de todas las estancias de la vivienda, un amplio espesor de aislamiento térmicoasí como un cuidadoso estudio de la envolvente térmica para evitar todos los posibles puentes térmicos, además de una cuantiosa contribución solar al sistema de calefacción. En relación a los meses de verano los voladizos que rodean toda la vivienda han sido diseñados con una longitud tal que durante el invierno permiten que la radiación solar penetre en el interior pero que durante el verano evitan la misma, además todo el sistema de patios favorece que todas las estancias disfruten de una correcta ventilación cruzada, garantizando una temperatura confortable durante los meses estivales.